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lunes, 19 de septiembre de 2022

LA ZARZA DEL OREB CAPITULO XIX Y CAPITULO XX

 


CAPITULO XIX COMO ADQUIRIR EL PODER MAGNETICO POR EL SABER

1. - Se puede adquirir el Poder por medio del conocimiento de la absoluta Verdad que es la fuente común de todos los fenómenos objetivos y subjetivos del universo.

2. - El conocimiento de la Verdad consiste en sentir y saber que no hay más que una Vida, una Realidad y que toda diversidad, diferenciación y multiplicidad de la existencia no son más que ilusorias; que el Creador y la criatura son diferentes aspectos de la única Realidad; que los diferentes fenómenos del universo proceden de lo Absoluto.

3. - El saber nos enseña que la materia, la mente, el intelecto, los sentidos, las formas, la energía y el poder son aparentes manifestaciones de lo Absoluto. Dichas manifestaciones nos parecen reales, pero no son más que realidades relativas. Estos fenómenos son como olas del mar, se levantan y a poco vuelven a sumergirse en su seno y así como el mar manifiesta sus olas, lo Absoluto manifiesta sus fenómenos; de esta manera, las olas del mar son accidentales como los fenómenos del universo y lo Único Eterno es lo Absoluto.


4. - El objeto del saber es ligar nuevamente al alma con lo Absoluto fuente de todo Poder y demostrar como Cristo la absoluta unidad que existe entre ambos.

5. - La primera diferenciación de lo Absoluto es el Alma Universal llamada El Verbo o el Yo Universal y que se manifiesta por la Dualidad del poder Magnético. La unión de esta dualidad produce la Luz del conocimiento del Yo individual y de su unidad con el Yo Universal y por consiguiente con lo Absoluto. Este conocimiento disipará las tinieblas de la ignorancia, que nos mueva a identificarnos con el cuerpo, las emociones, los pensamientos y sus modificaciones, que es la causa de todo error, egoísmo, apego a la naturaleza inferior y a las cosas del mundo y de esta manera dejaremos de confundir al alma con el cuerpo y satisfacer los gustos concupiscentes.

6. - El conocimiento nos muestra que nuestro verdadero ser es eterno, inmutable, omnisciente por sí mismo, aunque la ignorancia nos dice lo contrario. El saber nos enseña que lo que es de Dios es Dios y que el Yo es como Dios, lo Absoluto trasciende las cualidades y está más allá de los pares opuestos, y que sus atributos son Voluntad, Sabiduría y Actividad; porque el Ser que sabe obra cuando quiere y porque sabe, obra armónicamente.

7. - Esta sabiduría, esta Voluntad y esta Actividad son la Trinidad de lo Absoluto y del Yo individual que hace de este último, imagen, semejanza y reflejo de Dios. De modo que la trinidad no forma tres personas o entidades sino tres atributos o tres cualidades.

8. - El Sacerdote-Mago es aquel que explaya su Voluntad, Sabiduría y Actividad y las identifica con las de lo Absoluto; por eso cura las enfermedades, porque la ley de lo Absoluto es Salud, alivia las penas porque la Ley es alegría, etc, Mientras que el ignorante emplea esos tres atributos en provecho personal en detrimento de Ley Universal y las consecuencias son nefastas para él.

9. - Este conocimiento es el conocimiento de sí mismo; San Agustín dice: “No quieras ir fuera: concéntrate en ti mismo; en el interior del hombre mora la verdad”. Y en otro lugar añade: “Entra, pues dentro de ti mismo, despréndete de la turba confusa y atronadora de las imágenes de los sentidos, purifica tu espíritu y penetra con la mirada escrutadora del pensamiento hasta el fondo del alma y allí descubrirás el reflejo de aquella luz increada que esclarece y enseña a todo hombre que viene a este mundo ...

Este es indudablemente el único medio de alcanzar la luz... La Voz de la verdad no sale de los labios, sino del corazón donde tiene puesta su cátedra y su trono y donde únicamente se puede recoger su enseñanza”.

10. - El saber se logra cuando la mente y el ánimo se han purificado de todo egoísmo y el Yo discierne entre lo real y lo transitorio y este discernimiento conduce al reconocimiento de la absoluta Verdad más prestamente que la práctica de la devoción y de la obra.

11. - El sendero de la Sabiduría es el más a propósito para los sinceros y fervorosos indagadores de la Verdad, que no tienen apego a la vida activa ni temperamento devocional, sino que son puramente intelectuales y que al Yo no le satisfacen los placeres de los sentidos.

12. - Los aficionados a la filosofía, los que poseen una poderosa mentalidad siguen el camino del saber y el saber elimina de ellos las pasiones y los deseos bajos; el conocimiento rige sus sentidos y mantiene el cuerpo físico sano y al cuerpo mental vigoroso contra las adversidades y dispuesto siempre a rechazar todo lo que es falso.

La vía del conocimiento enseña a la mente a estar siempre disciplinada en los ejercicios de concentración y meditación y de esta manera acopla en su organismo el Poder Divino magnético que le une nuevamente a la Realidad, por encima de las leyes que gobiernan los fenómenos. Todo filósofo siente que los goces desmesurados de lossentidos son cadenas de esclavitud y lucha contra la ilusión para llegar a la Única Realidad.

13. - El sincero buscador de la Verdad penetra y siente el significado de estas enseñanzas:

“Mi Padre y yo somos una sola cosa”. “Yo soy la puerta, la verdad y la vida”. Yo soy El y El es Yo”. “Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos”. “Mas la hora viene y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adoran al Padre en Espíritu y en verdad”.

14. - El verdadero sabios es incapaz de obrar mal; es impecable porque ha dominado sus deseos y pasiones; conoce y sabe que su naturaleza divina está más allá del bien y del mal, ya sí se vuelve Sacerdote y Mago porque ha descubierto en su naturaleza la fuente de todo Poder y porque siente que su espíritu está siempre unido con la Realidad.

 

CAPITULO XX

COMO ADQUIRIR EL PODER MAGNETICO POR LA DEVOCION

1. - También la devoción y la adoración a la Causa Suprema o Dios impersonal e Íntimo, conduce al mismo fin. El verdadero místico abre sus centros magnéticos por medio de la devoción a la Energía magnética creadora y los llena de poder.

2. - La adoración es la más a propósito para las personas de extrema y exquisita sensibilidad; para los espiritualistas, que han intensificado los sentimientos de amor y devoción sin fanatismo ni superstición; para aquellos seres abnegados en su amor y muy lejos del concepto de salvar a sus propias almas y que después de ellas venga el diluvio.

3. - El falso devoto cree que con quemar un cirio en un altar o rezando masculladamente una oración, pueda obtener de Dios o de la Virgen que le conceda, a cambio de la ofrenda, todo lo que pide, como si Dios fuera un hombre a quien se puede sobornar con ofrendas del devoto, mientras que su corazón está muy lejos de El.

4. - El verdadero devoto es aquel que pide, primeramente, el Reino de Dios y su justo uso, y no necesita pedir más porque sabe que todas las demás cosas vienen por añadidura.

El verdadero místico nunca puede sentir ni creer que Dios es una entidad que vive lejos de él, sino que siente a Dios en su propio ser; que su alma está unida con el Amado. El místico sabe que debe sojuzgar las emociones siniestras e inferiores para adquirir la perfección y el poder; porque el Poder Divino es incompatible con todo siniestro y morboso sentimiento.

5. - El místico devoto siente que su Amado está más cerca que el aliento y lo venera con obras y no con palabras solamente, como dijo Cristo “Este es mandamiento: Que os améis los unos a los otros como yo os he amado”. El místico sabe que este amor divino

fluye en copiosa corriente de su alma y como un río supera todo obstáculo y va en derechura al océano de la Divinidad. Se entrega de todo corazón a Dios y somete su voluntad a la voluntad del Omnipotente que le llena de su poder para obrar, sin preocuparse de los resultados, en gloria y honor de Dios.

6. - El fiel devoto pierde la noción del mío y tuyo por que donde dirige su mirada, ve a Dios en todas partes, y por esta razón las religiones consideráosle l sendero devocional el más fácil y aún vidas de perseverante práctica; pero el que entra en el sendero de la devoción lo alcanza en poco tiempo, si en su corazón arde la viva llama del divino amor, como fueron San Francisco de Asís, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.

7. - El sendero devocional está dividido en dos trechos; el primero es aquel en que el devoto toma por modelo de su conducta la vida de un santo cuyas virtudes aspira a imitar y quien constantemente piensa con desinteresada devoción. El segundo trecho consiste en que este sentimiento de devoción se amplia y enaltece hasta identificarse con el Intimo Dios, y así el místico desarraiga de su corazón toda ambición de bienes materiales y de la petición de gracias contrarias a la justicia. De esta manera llega el místico a la fuente de todo conocimiento, de todo amor y de todo poder.

8. - Al imitar, por ejemplo, al Cristo o un verdadero santo, el imitado transfiere al devoto parte de su energía espiritual a cuyo toque despierta el alma; por eso dijo el Cristo: “A él iremos y haremos con él nuestra morada”.

Desde entonces el místico adora a Dios en espíritu en verdad Observa la continencia, rige y domina sus deseos para convertirse en canal de la Omnipotencia. Ya no puede padecer más pasiones; mientras que sus emociones estarán al servicio del Íntimo; porque entonces puede tener la emoción pura, sin pasión.

9. - En este estado, el devoto abre en si el caudal del Amor, obedece las leyes de la salud, observa la higiene; tiene la mente sana en un cuerpo sano, no mata ni a un animal; ama a todos los seres y admite la estrecha solidaridad entre todas las criaturas y todas las

cosas del Cosmos, como un todo manifestado de lo Absoluto por medio del Alma Universal o el Magnetismo, y llamará a todo ser, como San Francisco de Asís, hermano y hermana. Y cuando dice: “Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo” siente que su voluntad es uno con la del Padre, porque ambos concurren al mismo punto del reinado eterno de la justicia, la paz y la felicidad.

10. - Así es como el místico adquiere el poder del Magnetismo Divino para convertirle en llama y Luz y es así como puede comunicarse con los espíritus de la Luz hasta identificarse con la Fuente de Luz Inefable.

JORGE ADOUM

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