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miércoles, 27 de abril de 2022

LA ZARZA DEL OREB CAPITULO VI EL DESPERTAR

1. Todo ser aspira y respira; solo el hombre aspira, respira y piensa.

2. El mundo está compuesto de energías atómicas inteligentes, diversas e infinitas.

3. El hombre aspira los átomos afines a sus pensamientos; porque el pensamiento en el hombre es la base de sus aspiraciones y la aspiración forma el carácter y el futuro del hombre.

4. Las inteligencias atómicas infinitas y diversas, que palpitan y llenan la naturaleza, esperan, ansiosamente, las aspiraciones y respiraciones del rey de la creación, para servirle y obedecerle. Cuando el pensamiento entre en los mundos de esta inteligencia se apresuran a obedecer, entregando la clave del poder y de toda comprensión.

martes, 19 de abril de 2022

LA ZARZA DEL OREB CAPITULO V TÚ ERES SACERDOTE SEGÚN EL OREDEN DE MELQUISEDEC


1. El misterio del sacerdocio es el misterio del fuego y de luz. Cuando el fuego del espíritu santo en el sacro se convierte en luz en el cerebro, entonces el hombre se vuelve rey de la creación y sacerdote del altísimo. Este es el símbolo de la transfiguración de Jesús.

Cuando llegamos a este estado irradiamos solamente la luz blanca del íntimo, como el sol espiritual, y entonces podemos decir: Yo Soy uno con el padre en el reino del íntimo.

2. El sacerdote es el sacrificador. Cuando el hombre sacrifica sus instintos animales sobre el “altar de bronce”. Cuando sus deseos están consumidos por el fuego Divino, entonces su alma se convierte en luz y su cuerpo en “alimento verdadero” para sus doce facultades del espíritu “sus discípulos “, colocados en su organismo como escalones que le convierten en Cristo sacerdote, según el orden de Melquisedec, que sacrifica el goce de su cuerpo animal y convierte al cuerpo y a la sangre en pan y bebida de los ángeles, en hostia que desciende del cielo del espíritu para eliminar a todos los seres.

jueves, 7 de abril de 2022

LA ZARZA DEL OREB CAPITULO IV Y LA LUZ EN LAS TINIEBLAS RESPLANDECE

1. Lo absoluto creo dos cosas en su imagen y a su semejanza: la primera es el sistema Cósmico; y la segunda es el hombre que es una miniatura del primero. Y como es arriba es abajo.

2. Todas las religiones antiguas y modernas colocaban y colocan sobre sus altares la imagen de un hombre o de una mujer para simbolizar al poder divino y adorarlo. El arca de Noé, la tierra prometida, el pesebre de belén, el santo sepulcro, el tabernáculo, Jerusalén, el templo de Salomón, etc, etc, no son más que el mismo cuerpo humano.

Todas las religiones y todos sus misterios simbolizaban la divinidad del hombre y su relación con lo absoluto.