1. Todo ser aspira y respira; solo el
hombre aspira, respira y piensa.
2. El mundo está compuesto de energías
atómicas inteligentes, diversas e infinitas.
3. El hombre aspira los átomos afines a
sus pensamientos; porque el pensamiento en el hombre es la base de sus
aspiraciones y la aspiración forma el carácter y el futuro del hombre.
4. Las inteligencias atómicas infinitas y
diversas, que palpitan y llenan la naturaleza, esperan, ansiosamente, las
aspiraciones y respiraciones del rey de la creación, para servirle y
obedecerle. Cuando el pensamiento entre en los mundos de esta inteligencia se
apresuran a obedecer, entregando la clave del poder y de toda comprensión.
5. El mundo de estas inteligencias es el
mundo interno. Lo que encadena al hombre a su ignorancia es su pensamiento y
sus aspiraciones en el mundo externo.
6. No hay infierno ni cielo; no existe mal
ni bien; lo que existe es ignorancia en el pensamiento, origen de todo mal y
creadora del infierno.
7. El cuerpo es la quintaesencia de las
inteligencias atómicas; en ellas se halla lo verdadero y lo falso.
8. La unión del hombre con Yo soy el dios
intimo en el reino de los cielos o el reino de la luz inefable, desintegra las
inferiores (que otros llaman malas) que residen desde el ombligo para abajo y
las convierte en superiores (o buenas) que habitan desde el ombligo para
arriba, y cuando los átomos inferiores se convierten en superiores el hombre se
hace dios.
9. Pensar alto y aspirar hondo es atraer
al cuerpo las más evolucionadas inteligencias para que ocupen el puesto de las
involucionadas.
10. El átomo es una inteligencia viva que
rodea el pensamiento, esperando la aspiración y la respiración, para penetrar
en el hombre 11. El objeto del hombre es atizar el fuego sagrado en él y
convertirle en luz para quemar a
sus átomos inferiores que son como
demonios en el infierno y así los salva, una vez salvados desaparece toda
aflicción de su propio mundo: esta es la misión del Cristo en el hombre.
12. El hombre que aspira y concentra abre
un camino directo a su objetivo.
13. La iniciación significa ir dentro en
busca del Cristo impulso que es el iniciador en toda sabiduría. En todo hombre
se halla su propio iniciador y su propio salvador.
14. Quien busca en su mundo interior, en
el templo viviente encuentra la luz inefable que le conduce al intimo que mora
en el.
15. La concentración es el puente tendido
desde nuestro cuerpo hacia la luz. El valle que separa nuestra mente del íntimo
se puede salvarlo con la concentración aspirada; una concentración voluntaria y
perfecta une nuestra conciencia con la de la naturaleza.
16. La meditación en la luz interna rasga
la atmósfera que cubre la sabiduría Divina, herencia de todo hombre.
17. La luz inefable, por medio de la meditación
aspirada, abre las puertas internas que conducen a los diversos departamentos
del reino. La palabra puertas no es un término poético sino es la verdad: en la
medula espinal se encuentran pequeñas puestas de escape que están custodiadas
por varios ángeles atómicos, quienes las cierran y las abren según la calidad
del pensamiento.
18. En la medula espinal y sus
ramificaciones se encuentran todas las ciencias del mundo desde el principio.
Cada inteligencia angelical que reside en estas regiones es un archivo de
saber: inventores, poetas, artistas, sabios, genios, etc...si son buenos
reciben sus inspiraciones de la parte superior, y si son malos las reciben de
la inferior.
19. Los libertinos no pueden entrar en
esta universidad, porque su plexo solar carece de la energía de luz o de
ángeles que les abran el camino.
20. La luz inefable tiene que llenar con
su poder todos los centros magnéticos y convertirlos en soles en la densa
oscuridad del cuerpo. Esta luz mantiene la salud de cuerpo, del alma y de los átomos
dentro y fuera del cuerpo.
21. Cada centro de poder tiene una
comunicación directa con el íntimo por medio de la luz; pero en el momento que
decrece la luz se corta la comunicación.
22. Cuando un hombre transforma su fuego
en luz se convierte en Cristo salvador del mundo. la tentación es fuego; el
triunfo sobre la tentación es luz. Los seres superiores muchas veces provocan
la tentación o el fuego para llenar los centros internos con la fuerza Cristica
o luz. Este triunfo se obtiene por la práctica de ciertos rituales y ceremonias
de una religión.
23. La energía del sexo es un arma
tremenda en manos de los magos sean blancos o negros, y con su fuerza creadora
puede el hombre unirse con el intimo y más fácilmente con el demonio. Es el
pensamiento que trae a la espina dorsal el fluido sexual para depositarlo en su
bolsa respectiva; con el derrame de este fluido, el cuerpo de deseos recoge de
los infiernos del hombre, millones de átomos demoníacos en compensación de los
derramados; pero si este fluido es contenido por un pensamiento de pureza, se
convierte en luz, vuelve al cuerpo de deseos que aparece más astral o
brillante, y forma un aureola alrededor de los santos.
24. Todo deseo es centrífugo y toda
voluntad espiritual es centrípeta. El poder verdadero está en el equilibrio de
estos contrarios; lo sobrenatural no es más que el amor equilibrado, y está
representado por el caduceo, en la espina dorsal del hombre, que se compone de
dos serpientes: un a la derecha i otra a la izquierda; pero en el medio, encima
de la varilla central, brilla el globo de oro o cabeza que representa la luz
inefable equilibrante.
25. La serpiente edénica que fue causa de
la caída de la mente y del pensamiento humano, al mundo inferior, ocupa el lado
izquierdo de la espina dorsal; la serpiente salvadora, de bronce, en el
desierto de la materia física o cuerpo, que es al que salva de la muerte, esta
al lado derecho. Ambos forman el caduceo, sobre el tai o medula. Estas dos
serpientes en el cuerpo tienen varios puntos de contacto, y cada punto contiene
las dos polaridades para la manifestación.
26. La unión de ambos elementos, que
causan la vida y la manifestación de la vida.
27. Cuando se unen ambas polaridades o
ambas serpientes en la base de la espina dorsal, se produce el fuego sagrado el
que al tomar el camino de retorno hacia arriba ilumina todos los centros
magnéticos convirtiéndolos en soles.
28. Este fuego es denominado por los
ocultistas el fuego serpentino. Este fuego es el fin que buscan todas las
religiones. Tal es el misterio del rey sacerdote y tal fue el puesto que
alcanzo Jesús cuando fue llamado “sacerdote por siempre según el orden de
Melquisedec”
29. Aquellos que tiene el don de ver con
el ojo interno descubren que el cuerpo humano semeja un ramo de flores con pétalos
de luz que emanan de distintos centros y de diferentes formas y colores. Casi
todos los órganos vitales tienen vértices radiantes. En cada mano y en cada pie
también hay uno de estos centros vibrantes y radiantes.
30. Cada uno de estos centros luminosos es
alimentado por átomos que aspira el hombre y todos ellos le ayudan a conseguir
la conciencia de la realidad. Los sentidos internos están iluminados por esta
luz divina, de manera que el hombre puede oír y ver con las palmas de las manos
o con las palmas de los pies. En realidad, el hombre llegara a ver con todas
las partes de su cuerpo y se convertirá en el Ojo Divino o como se simbolizan
los misterios egipcios en la figura de osiris, a quien se le ve en su trono,
teniendo el cuerpo formado enteramente de ojos.
31. Hay muchos ocultistas que conocen
perfectamente la ciencia secreta de estos misteriosos centros nerviosos y
sagrados y saben que una ligera presión sobre alguno de ellos paraliza o tumba
el cuerpo. También saben que ciertas presiones sobre ciertas vértebras de la
espina dorsal devuelven el movimiento a dicho cuerpo paralizado. Como cada
vértebra de la espina dorsal tiene una relación directa con un órgano del
cuerpo humano, muchas veces hemos presenciado la curación de una enfermedad o
dolor por medio de la presión sobre la vértebra correspondiente al órgano
enfermo.
32. Todos debemos llegar a la estatura del
Cristo, luego todos debemos ser crucificados.
Pero la crucifixión no significa la
perforación de las manos, de los pies, etc. Sino encierra el secreto del fuego
y como debe abrir los centros de las manos, de los pies, del costado y de la
cabeza. El fuego sagrado la repercutir en la caja craneana, enciende la
glándula pituitaria, de cuyo seno se desprende una luz maravillosa en forma de corona
de espinas y esta corono es mil veces más dolorosa que la corona de espinas de
Jesús; porque esto significa que el cuerpo físico esta consumiéndose por el
fuego del espíritu, que se desprende, no solo de las manos, de los pies y de
todo el cuerpo, para que de este modo el cuerpo se convierta en holocausto
encendido sobre el altar del mismo.
33. La parte más sagrada y reverenciada
del cuerpo humano, por todas las religiones del mundo, es la espina dorsal con
el cerebro. Es fuego sagrado que atraviesa la espina esta simbolizado por los
innumerables símbolos de las religiones, como lo veremos después.
La espina es la zarza ardiente, y es la
vara que florece en el cerebro cuando asciende. Es al fin la vara del mago que
es buscada por todos los aspirantes a magos, pero hasta hoy no han dado con
ella.
34. Para mayor comprensión del hermano
lector reproduciremos a continuación el capitulo IV: la unidad en la trinidad;
y el capitulo VIII: el septenario y la unidad; de nuestra obra las llaves del
reino.
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