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jueves, 31 de marzo de 2022

LA ZARZA DEL OREB CAPITULO II YO SOY Y CAPITULO III EL FUEGO Y LA LUZ


1. Yo Soy es la chispa divina emanada de la sagrada llama. Es el hijo del divino padre. Es inmortal, eterno, indestructible, invencible. Posee en si los mismos atributos de lo absoluto: poder sabiduría y realidad. Quien no llega a sentir, a vivir, a identificarse con Yo Soy la realidad, vivirá siempre con el concepto de que el es un hombre que tiene alma a la que debe salvar, mientras que la pura verdad es que Yo Soy es aquello que se manifiesta en un ser asombrosamente organizado que comprende en su estructura física, mental y espiritual, lo superior y lo inferior. En sus huesos se manifiesta la forma de vida mineral; en la vida física se parece a la planta; en sus deseos o emociones se parece al animal; en sus facultades superiores manifiesta al superhombre y en fin en su voluntad, poco comprendida por la mayoría, es dios (vosotros sois dioses)

2. Los animales no poseen la sensación del Yo. Los salvajes apenas son conscientes del Yo. Los civilizados creen que “Yo Soy” es la mente y viven realmente en el plano de mente instintiva y su Yo es el cuerpo que posee los sentidos y las sensaciones: por eso dice el hombre: Yo estoy enfermo, Yo estoy alegre, etc...


Mientras que el ser adelantado encuentra que hay algo en el superior a la mente y al cuerpo y se halla en frente de lo desconocido. Entonces busca la iniciación interna y a la mente. Adquiere los conocimientos sin razonamientos intelectuales; adquiere la conciencia de lo real, llega a ser consciente del Yo Soy y pasa a las filas de los  iniciados. Cuando un iniciado principia a reconocer su relación con el todo y comienza a manifestar la expansión de Yo Soy, ya es maestro.

3. Es muy difícil llegar a la verdadera iniciación interna y muchas son las trabas que impiden al iniciado: una de estas trabas es lo que aprendió de niño, cuando ha sido grabado en su consciente de que el hombre es un ser separado de lo absoluto y luego la reflexión le impide concebir una causa sin causa, porque todo cuanto observa en el mundo fenomenal tiene una causa y proviene de algo. Vemos en nuestro rededor actuante la ley de causa y efecto, y por tal motivo, el intelecto da por supuesto que ningún efecto puede haber sin su correspondiente causa y cuando llega a lo absoluto tambalea, pero no tiene más remedio que creer en una causa sin causa.

4. Desde el momento en que el aspirante conoce completamente el Yo, es un iniciado, que penetra en el misterio de todas las religiones y despierta el alma al conocimiento de la real existencia, la revelación de la verdadera naturaleza del alma y de su relación con el todo.

5. La mente instintiva nos pertenece, pero no es el Yo. El intelecto, la parte de la mente que razona, analiza y piensa no es el Yo. Tampoco la mente espiritual, origen de todo pensamiento bueno, es el Yo.

6. Yo soy es aquella manifestación unida a lo absoluto que nunca tuvo principio ni puede tener fin.

 

CAPITULO III EL FUEGO Y LA LUZ

1. Hay una sola religión con muchas instituciones religiosas así como hay una sola humanidad y muchas razas y costumbres dentro de la única humanidad. Los complicados rituales de los antiguos misterios tenían un solo objeto y es el salvar al hombre o religarle nuevamente con su dios y esto es lo que significa religión.

Entonces la palabra religión, etimológicamente es la relación entre el hombre y Dios.

Esta relación puede ser natural o fundada en la ley grabada por Dios en el corazón del hombre sin necesidad de dogmas, ritos, ni ceremonias. Esta religión natural solo es posible en los individuos suficientemente evolucionados que adoran a Dios en espíritu y en verdad; pero los que no hallan llegado todavía a esta etapa de adelanto necesitan una religión positiva, o sea un conjunto de creencias o dogmas acerca de Dios y de la vida futura, con normas morales para la conducta individual, y ritos y ceremonias que simbolizan materialmente las verdades espirituales, a fin de conducirlos a la verdadera religión.

2. De esta manera la necesidad de religiones positivas están acomodadas al temperamento y estado de evolución de toda raza, clima y país, en cuanto atañe a las formas del culto externo; pero el espíritu que anima a todas las religiones es Uno y en el fondo TODAS SON VERDADERAS.

El reino de Dios esta dentro de vosotros, dijo el Cristo. Vosotros sois dioses, dijo la Biblia. Somos de dios y a Él volveremos, dijo Mahoma. Tú eres aquello dice la filosofía Hindú, y con todo el hombre sigue buscando a Dios en “esta montaña y en el templo de Jerusalén”.

3. Cuando dijo Cristo: el reino de Dios esta dentro de nosotros, quiso enseñarnos que el cuerpo del hombre es un templo del espíritu viviente y el, el hombre es un sacerdote de esta casa del señor. Por eso vemos que los templos antiguos estaban delineados esquemáticamente de acuerdo con el cuerpo humano. Pero. Como los templos eran copias del cuerpo humano, así también fueron y serán los rituales de las religiones, símbolos de ciertos procesos que tiene lugar en este mismo templo cuerpo-humano.

4. Las ceremonias de todas las religiones enseñan el misterio de la regeneración del alma por medio de ciertas actividades realizadas dentro del organismo físico y dentro del plano espiritual. “conócete a ti mismo” dijo el oráculo, porque este conocimiento conduce al reino de Dios interno, y porque del templo de la sabiduría interna salen los dioses iniciados.

5. Dicen que los iniciados no entregan a los profanos las llaves del reino y por eso el misterio de la serpiente o el gran arcano jamás ha sido revelado públicamente, y esto es verdad. Muchos preguntan el porqué de este sigilo y la contestación ha sido: para no armar al malvado con un arma terrible y para no convertirle en un demonio desencadenado entre los hombres. Esta contestación puede ser cierta, pero para nosotros no nos es suficiente y tenemos otra causa más, que es la ignorancia y la poca evolución de la mayoría de los hombres.

Un día una señora rogó a Einstein que le explicara, lo más claro posible, la teoría de la relatividad. El sabio le dijo:

Un día viajaba un hombre con un ciego de nacimiento y como hacia mucho calor le dijo:

- vamos a tomar un vaso de orchata para refrescarnos.

El ciego le pregunto:

- ¿que es un orchata?

- orchata es un liquido blanco refrescante – le contesto.

- bueno, yo comprendo que es liquido, pero ¿que es blanco?

- blanco es el que tiene el color de la garza

- ¿y que es la garza?

- garza es un ave cuyo cuello es torcido como el signo de la interrogación.

- comprendo que es ave pero ¿que es torcido como el signo de la interrogación?

El compañero desesperado por estas preguntas, tomo el brazo del ciego y le torció para darle la idea del cuello de la garza. El ciego adolorido, dijo:

- ahora, ya se que es orchata.

El hombre nunca comienza a ver hasta que empieza a contemplar el misterio de su propia existencia y el templo cuerpo es el único depositario de ese conocimiento que cura de al ceguera natural.

6. Sin embargo los misterios de la iniciación interna no están profundamente ocultos y si no se los descubre es debido a que están velados con símbolos y alegorías. Cuando el hombre se detiene a leer el lenguaje del simbolismo con el que están escritas todas las religiones del mundo, el velo de sus ojos y la ceguera desaparecerá, entonces conocerá la verdad y la verdad le hará libre.

7. El gran arcano de las religiones es el poder del fuego, la luz inefable. El sol era adorado como el gran fuego que ardía en el medio del universo. Este gran fuego material es el símbolo del fuego divino que arde permanentemente en el centro del cuerpo humano, y que da vida a este universo.

El misterio del fuego, es el misterio de la luz inefable o el misterio de la serpiente es el misterio del sacerdocio según el orden de Melquisedec, rey de salem, que es rey de paz, sin padre, sin madre, sin linaje, que ni tiene principio de días ni fin de vida, más hecho, semejante al hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.

                                                          HUIRACOCHA

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