1. El septenario es el numero más sagrado porque contiene la trinidad y el cuaternario, y porque representa el poder divino en toda su plenitud. En el septenario encontramos al YO SOY obrando y ayudando por todos los elementos.
Cuando el iniciado llega a desarrollar sus
sietes centros magnéticos y obrar en los siete mundos, el Querube le entrega la
espada flamigera para abrir la puerta del Edén, como hemos visto en la otra
parte, y obtendrá el signo de la victoria mencionado en el Apocalipsis de San
Juan
2. la edad del maestro en la masonería, es
siete años a los que equivale el desarrollo de los siete centros magnéticos,
llamadas siete iglesias, regidas por siete ángeles del señor.
Este numero sale del seis, por la unidad
central de los dos triángulos entrelazados, conocido por el sello de Salomon o
la estrella macrocósmica
3. en la cábala, el numero 7 es
representado por el carro del triunfo, porque el iniciado que ocupa el centro
de los elementos, esta armado de una espada en una mano y en la otra un cetro
cuya punta concluye en un triángulo y en una bola, signos del poder y del
dominio. El iniciado domina, por el siete, las dos fuerzas del alma del mundo,
se afirma en su trinidad, reina sobre los cuatro elementos, se corona con el
pentagrama, se equilibra por los dos triángulos, el numero seis y por ultimo el
numero siete.
4. El numero siete entra en todas las
circunstancias de la vida, rige el desarrollo del hombre y los acontecimientos
del mundo, materias y espiritualmente:
1- La mujer tiene cada mes un periodo de
14 días (doble siete) en que puede ser fecundada, y otro, estéril.
2- Hasta después de 7 horas de nacido no
se sabe si el nuevo ser es apto para vivir.
3- A los siete días de nacido se desprende
el cordón umbilical.
4- A los 14 días (2 veces 7) los ojos de
la criatura pueden seguir la luz.
5- A los 21 (3 veces 7) vuelve la cabeza
impulsado por la curiosidad.
6- A los 7 meses le salen los primeros
dientes.
7- A los 14 meses (dos veces 7) anda.
8- A los 21 (3 veces 7) expresa su
pensamiento por medio de la voz y gesto.
9- A los 7 años le salen los segundos
dientes.
10- A los 14 años se despierta en él la
energía sexual.
11- A los 21 años llega a la pubertad y
esta formado físicamente.
12- A los 28 años (4 veces 7) cesa el
desarrollo físico y comienza el espiritual.
13- A los 35 años (5 veces 7) llega al
máximo de fuerza y actividad.
14- A los 42 años (6 veces 7) se llega al
máximo de la aspiración ambiciosa.
15- A los 49 años (7 veces 7) se llega al
máximo de discreción y se comienza la decadencia física.
16- A los 56 (8 veces 7) se alcanza la
plenitud del intelecto.
17- A los 63 (9 veces 7) prevalece la
espiritualidad sobre la materia.
18- A los 70 (10 veces 7) se inicia la
inversión mental y sexual y el hombre se vuelve, como se dice vulgarmente,
niño.
Se puede añadir muchas concordancias más
que explican la afinidad que parece existir en el numero, 7, como por ejemplo
las enfermedades epidémicas que están regidas por este numero: Sarampión,
viruela, varicela, etc., necesitan de 7 días o 14 para su curación; La fiebre
tifoidea 21 días, etcétera, pero consideramos suficientes las indicadas.
5. El objeto de la iniciación interna es
el desarrollo de los siete centros magnéticos llamados siete iglesias o siete
ángeles. El iniciado, por medio de la aspiración, respiración y concentración
puede producir el hueco en su columna vertebral para que la energía creadora
vaya desellando los siete sellos a convertirse en la cuidad santa que descendió
del cielo.
6. Los siete planetas fueron desprendidos
del sol y se colocaron a distancias diversas según la rapidez de sus
vibraciones. Cada uno de los siete planetas recibe la luz del sol en diferente
medida con arreglo a su proximidad a la órbita central y a la continuación de
su atmósfera, y los seres de ellos, en armonia con el estado de su desarrollo,
tienen afinidad por uno u otro de los rayos solares. Los planetas llamados
“siete espíritus ante el trono” absorben el color o colores, dan un sonido en
congruencia con ellos y reflejan el resto sobre los otros planetas. Estos rayos
reflejados llevan con ellos impulsos de la naturaleza del ser con los cuales ha
estado en contacto.
7. Como es arriba es bajo, así pues, el YO
SOY, Dios intimo e invisible, envuelve dentro de su ser todo lo que es, al
igual que la luz blanca del sol envuelve todos los colores. Se manifiesta en
forma de trinidad, como la luz blanca se refracta en los tres colores
primarios: Azul, Amarillo y rojo. Padre, hijo y espíritu santo; vida,
conciencia y forma sobre cada uno de los siete centros magnéticos del hombre
que son “los siete ángeles ante el trono del intimo” estos también tienen color
y sonido como los de arriba.
8. Así como cada planeta pude absorbe del
sol, solamente una determinada cantidad de uno o más colores, en armonia con el
estado magnético recibe de la evolución en él; así también cada centro
magnético recibe y absorbe del sol espiritual, del intimo, cierta cantidad de
los diferentes rayos proyectados que producen una iluminación espiritual, según
el grado del desarrollo del mismo centro, que da al hombre la conciencia y el
desarrollo moral, como los rayos de la luna dan crecimiento físico.
9. Cada centro magnético del hombre vibra
en color y sonido como vibra un planeta en el firmamento; esta vibración da al
ser humano la energía necesaria para que la evolución pudiera seguir su paso.
Cada centro, igual a los planetas, absorbe cuantos colores y refracta otros
para los demás; cada color indica un poder o una virtud. La debilidad de un
color, en un centro, representa, el predominio de su contrario y por
consiguiente, un vicio.
10. Desarrollar un centro es avivar su
color propio para responder a la llamada del intimo.
Pero antes de entrar en detalles debemos
explicar los valores de los siete colores primarios.
Rojo: indica un pensamiento potente,
sentimientos apasionados y virilidad física. La debilidad de este color
representa el color violeta.
Anaranjado: indica gozo, sentimientos
alegres y salud robusta, la debilidad de este color indica el predominio del
azul celeste.
Amarillo: indica lógica, intuición, anhelo
de saber, sabiduría, sensibilidad; su debilidad indica el predominio del
índigo.
Verde: indica optimismo, confianza y
sistema nervioso, equilibrado; en la debilidad se manifiesta en naranja.
Indigo: indica pensamientos concentrados,
tranquilidad; en la debilidad predomina el amarillo.
Violeta: indica misticismo, devoción,
buena digestión y asimilación; en la debilidad predomina el rojo.
Esta claro que cuando un centro es débil
de color tiene que predominar en él su contrario, el cual en sí es muy
necesario, pero en otro lugar y no en el centro debilitado.
11. Todo, en la vida, tiene relación entre
sí y no nos cansamos de repetir la frase hermética “como es arriba es abajo”.
Antes de dedicarnos a estudiar como desarrollar los centros del cuerpo humano,
o levantar los sellos, que es la iniciación apocalíptica, debemos estudiar la
relación que se halla entre las iglesias, del hombre, sus siete ángeles con los
planetas, colores, sonidos, virtudes, vicios, etc...
12.tomando por centro al sol, el astro que
verdaderamente esta en él y según nuestra observación, desde la tierra tenemos.
7 planetas Luna Mercurio Venus Sol Marte
Júpiter Saturno
7 días de la semana Lunes Miércoles
Viernes Domingo Martes Jueves Sábado
7 ángeles superiores de los planetas
Gabriel Rafael Hanél Michaél Samuel Zadkiel Zafkiel
7 espíritus de los planetas Phul Ophiel
Haegt Och Phaleg Belor Aratrom
7 espíritus inferiores de los planetas
Gabriel Rafael Anael Michael Samuel Tachel Cassiel
7 virtudes Esperanza Templanza Amor Fe
Fortaleza Justicia Prudencia
7 metales Plata Mercurio Cobre Oro Hierro
Estaño Plomo
7 vicios Avaricia Envidia Lujuria Vanidad
Violencia Gula Egoísmo
7 colores Verde Amarillo Violeta Naranja
Rojo Azul Índigo
7 notas musicales Fa Mi La Re Do Sol Si
7 iglesias del Apocalipsis Efeso Pérgamo
Filadelfia Thyatira Smirna Sardis Loadicea
7 centros magnéticos, o estrellas o flores
Fundamental Umbilical Frontal Cardiaco Espléndido Laríngeo Coronario
7 sacramentos Ambar Benjuí Almizcle Laurel
Ajenjo Azafrán Mirra
7 vocales O A u E i U o
7consonates L K F C T P N
Así podemos seguir enumerando muchos
septenarios, pero con esto basta.
13. Todos esto septenarios son emblemas de
las virtudes y las cualidades espirituales del alma, tienen siete escalones que
corresponden a los 7 planetas y a los 7 centros magnéticos del cuerpo humano,
que indican el progreso desde la materia hasta el mundo divino.
14. La aspiración, la respiración y la
concentración son condiciones del alma y de la conciencia; se manifiesta como
ángeles que suben y bajan por la escalera de Jacob, de la casa de dios en la
tierra a las puertas del cielo. Con la pureza de aspiración, el aspirante puede
abrir el canal de la columna vertebral, convirtiéndose en iniciado y
encontrando la escalera de siete gradas, o lo que quiere significar el símbolo
de los metales inferiores, que deben ser trasmutados en oro espiritual puro.
Los metales son: plomo, cobre, hierro, estaño, mercurio, plata, y oro y se
trasforman por las siete virtudes que son: prudencia, templanza, fortaleza,
justicia, fe, esperanza y caridad.
15. San Juan en su revelación dice: “Juan
a las siete iglesias que están en Asia. Gracias sea con vosotros y paz de aquel
que es, y que era, y ha de venir y de los siete espíritus que están delante de
su trono. “Esto significa que desde el corazón, morada del Cristo, el Yo Soy
envía sus emanaciones enérgicas y divinas a los siete centros de la columna
vertebral, que deben obedecer a su voluntad y que por otra parte son la
expresión de los siete planetas y de las inteligencias espirituales que los
anima.
El cuerpo del hombre es el verdadero libro
del cual hablan San Juan, Aunque no tenga hojas de papel ni líneas escritas con
tinta. Dentro de este libro humano están escritas las cosas pasadas, presentes
y futuras. El libro de siete sellos es el cuerpo humano y es el iniciado quien
debe abrir los en la columna espinal.
16.la apertura sucesiva de los sellos se
efectúa por medio de la energía creadora, la que al presionar desde el sacro
para arriba, forma el hueco a canal en la columna vertebral de nuestro templo
individual, que posee las puertas de lso mundos desde el físico hasta el
divino.
Las cinco primeras puertas corresponden,
respectivamente, con los cinco tatvas o vibraciones en su expresión individual
orgánica. Con el dominio interior de estos centros, el iniciado adquiere un
poder exterior sobre los elementos y llega a manejar, a voluntad, todos lo
poderes. Los dos superiores están relacionados con los mundos espiritual y
divino.
17. Cuando comienza a presionar la energía
creadora, en el hombre, irradia varios rayos que descarga en su organismo; cada
uno de estos rayos es un atributo del YO SOY.
Cuando presiona sobre le primer sello o
centro, a lo primero que afecta es al sistema simpático que nos da la
determinación de realizar lo que pensamos en el mundo objetivo. En nuestra
conciencia intima tenemos dos fuerzas que elevan o destruyen el pensamiento. El
Yo SOY no envía las corrientes de energía en forma de color, sonido y luz,
mientras que el dominio interno trata de llenar esas corrientes de confusión,
inarmonía y humo. El iniciado muchas veces se llena de energía excepcionales y
no se da cuenta de la fuente de sus inspiraciones, esta energía inspiradora se
la debe al primer Rayo del intimo que forma el alma de la naturaleza.
De esta manera el iniciado acumula, con la
castidad, la energía en el centro fundamental que destapa su sello y logra por
tal motivo el poder de la voluntad del alma del mundo, entonces puede ver las
cosas antes de su manifestación en el mundo físico.
El vapor que se levanta del semen es el
que destapa los sellos apocalípticos y da al hombre el poder de la realización;
pero si este vapor está dirigido hacia la tierra encadenara al hombre a la
naturaleza infernal o inferior.
18. Esta energía ascendente infunde en el
hombre los ideales del alma del mundo y abre en él los canales de la divinidad,
limpiando de su mundo interno los átomos creadores de la ilusión que moran en
los sentidos, y así solamente podrá conocer a su YO SOY.
La iniciación interna dota al verdadero
iniciado, cuando abre el primer sello, de un cerebro poderoso y sensible para
captar las enseñanzas escritas en el sistema simpático; entonces ya puede
reconstruir su pasado y recibir la actividad del YO SOY para salvar a sus
átomos y de los demás.
Esta energía otorga salud y bienestar
porque limpia el cuerpo de los residuos de la naturaleza muerta que tratan de
penetrar en el canal del semen y evaporar el contenido, hacia el exterior, en
nubes de depresión y de malestar.
19. Cuando llega el hombre ha santificar y
venerar a los átomos sexuales construye el trono del intimo en su sistema
nervioso de la medula espinal, y llega a sentir una veneración a toda posee en
abundancia a dichos átomos, quienes convierten al hombre en santo. El joven que
gasta locamente su energía podrá algún día ser padre, pero nunca será respetado
ni por sus hijos ni por su mujer. El casto que comprenda estos misterios
absorbe la conciencia del alma del mundo y se vuelve sencillo, poderoso y amado
de todo ser.
20. Cuando asciende esta energía por los
centros del hombre, estos se convierten en libros abiertos; en unos esta escrito
el pasado, en otros el presente y en otros el futuro; en aquellos el saber y en
estos el poder, porque cada centro posee puertas y de cada una recibimos un
atributo del YO SOY, entonces estaremos llenos de vida y de vigor y seremos las
antorchas de la divinidad que iluminan a los hombres. Cuando llega el hombre a
estas etapas podrá pensar por si y no seguirá mas pensamientos y costumbres de
los demás. Cuando una energía creadora asciende por el canal espinal a nuestro
centros, estos quedaran bajo nuestro dominio.
21. En el semen se encuentra los ángeles
de la luz y los de las tinieblas al mismo tiempo.
La energía creadora luminosa posee la alta
sabiduría divina, mientras que la tenebrosa tiene la sabiduría más nociva que
creo la mente humana. El objeto de la iniciación es rasgar las tinieblas
internas por la aspiración a la luz, la respiración solar y la concentración
poderosa.
Cuando esta energía invade la sangre forma
una aura pura alrededor del cuerpo, que ledefiende de toda invasión externa
entonces la entidad angelical que reside en el semen forma el canal o hueco
para que la energía invada cada centro y ponga en libertad sus poderes
latentes. Y cuando pasa de un centro a otro, nos une en el séptimo, con la
conciencia del intimo y seremos los grandes iniciados.
22. Ya se ha dicho que el demonio o bestia
interna, trata de atraer la mente hacia lo inferior, por esto hay que vencer la
oposición de la bestia y poner una barrara entre le pensamiento y sus átomos
pegajosos y malignos, solo entonces podemos dedicar la concentración hacia la
energía seminal y hacerla subir hasta la conciencia del YO SOY.
En el centro fundamental se encuentra el
ángel de la estrella que atrae los pensamientos de pureza y los registra allí;
después trata de abrir el canal del demonio que esta en su interior.
23. Las glándulas sexuales tienen
secreciones que son tónicos por excelencia del sistema nervioso y muscular,
favorecen el vigor físico, dan la energía al carácter y penetración a la
inteligencia. El valor y la tenacidad, el atrevimiento y el espíritu iniciatico
no puede subsistir si no los mueve el vapor enérgico del semen. Este vaporo del
semen aviva la imaginación, tonifica el sistema nervioso, estimula las
funciones mentales y da al hombre el triunfo sobre los átomos enemigos en la
vida material y espiritual. Sin él, se vuelve el hombre tímido, apocado,
indeciso, y se abandona ante cualquier
contingencia.
Con el desarrollo de este centro se
desarrolla el vigor, la intrepidez y la constancia.
Puede limpiarnos de todas las enfermedades
del cerebro porque el fuego serpentino que penetra todos los elementos, quema
todas las escorias y mantiene la sangre pura y limpia.
24. Con el desarrollo de los siete centros
internos el iniciado puede adquirir toda la sabiduría porque ya la había
logrado anteriormente y ya no hay necesidad de encarnarse; por eso dijo San
Juan es su revelación: “a quien venciere lo haré columna en el templo de mi
dios y no saldrá jamas afuera”
Para obtener esto tenemos que elevar esta
llama que esta dentro de nosotros; hay que encender los varios soles y cuando
todos brillan en nuestro cuerpo y podemos sentir al sol invisible que nos libra
de la ilusión del mundo.
25. por medio de la pureza, del ayuno y de
la aspiración, la energía asciende a las narices y provee al hombre, por la
respiración de un alimento diferente del que nutre; por eso muchos santos y el
mismo Cristo pudieron ayunar 40 días, porque esta energía abre los conductos
nasales para que absorban una nueva nutrición.
26. Así como el sol en su sistema
manifiesta su energía, que es al mismo tiempo luz, calor y magnetismo, así
también el intimo manifiesta su energía creadora en nosotros, en fuego, luz y
magnetismo por medio del semen en el sistema nervioso central.
Los átomos seminales encierran todas las
sabidurías del mundo y nos acompañan desde los primeros días de la creación. En
ellos se encuentran toda la historia y son ellos lo que inician al hombre en su
mundo interno.
Puede el hombre ser iniciado físicamente
varias veces, pero si no queda aprobado por la inteligencia solar interna y si
no adquiere la gran conciencia para siempre, sus iniciaciones serán inútiles.
27. Mientras el YO SOY no puede
manifestarse, por medio de la energía sexual, dentro de su sistema central
compuesto de los centros, nunca podemos llegar a la suprema verdad.
Con la practica del método yoguístico y
del sermón de la montaña nuestros centros abren sus puertas o sus sellos a
dicha energía, en todos los planos, y reaccionan conforme aumenta su voltaje,
entonces podremos dominar la naturaleza con sus elementos.
Cada iniciado, en este estado, debe ser el
receptor potente de esta energía y sobre todo debe darse cuenta del poder
terrible de sus pensamientos; porque esta practica general es, en si misma, un
poder del que antes no tenía la menor noticia; sus mundos internos comienzan a
manifestarse a través del cuerpo físico y el poder del intimo se convierte en
una bendición sobre la humanidad.
28. Estos centros, o flores, o sellos
deben girar en el hombre. Cuando más progresa el alma en su evolución con más
movimiento giran. En ellos se manifiesta
el alma porque son los órganos de sus sentidos y su rotación indica que
perciben la s cosas suprasensibles.
Cada centro tiene un numero de pétalos o
rayos, seis el esplénico, diez el umbilical, doce el cardiaco, dieciséis el
laríngeo, noventa y seis el frontal, y novecientos sesenta ondulaciones el
coronario. Pero en cada uno de los centros magnéticos trabajan u ondulan,
solamente la mitad de los rayos que fueron obsequiados, desde un pasado lejano,
como un presente de la naturaleza y sin la intervención directa del hombre.
El hombre por medio de la iniciación
interna, debe y puede hacer girar la otra mitad inerte y de esta manera
concluirá el centro todo en hacerse luminoso como un sol.
29. Existen miles de ejercicios en los
libros de ocultismo, que tienen el objeto de despertar estos centros y que
pueden ser útiles para tales fines; pero también existe el peligro que
convierta la hombre en la bestia de san Juan, con sus siete cabezas, cuando el
aspirante no ha elevado su moral y su espiritualidad a niveles muy superiores.
Pero existe un método seguro y exento de
todo peligro que consiste en la aspiración desinteresada a la perfección, en la
respiración y en la meditación perfectas.
30. Por medio de las tres practicas
anteriores, sacadas del método yoguístico y el sermón de Cristo, la energía
creadora abre el canal de la dorsal y eleva al hombre hasta la liberación y la
unión con el intimo, entonces su cuerpo se convierte en la ciudad santa que
bajo del cielo.
Suponiendo que el aspirante ha practicado
todos los preceptos y consejos anteriores, entonces puede proceder y trabajar,
sin peligro alguno, en abrir sus sellos. Siempre debe tener en cuenta esta
frase de la revelación de san Juan: “solo el cordero es digno de tomar el libro
y abrir sus sellos”
31.Comenzando por el centro fundamental o
básico que es el sostén raíz en la parte más baja de la espina dorsal y es el
centro de la gravedad del organismo. Esta flor tiene cuatro pétalos o rayos:
dos solamente vibran en el hombre
profano y los otros dos esperan la iniciación interna de la abstinencia y la
castidad mental, verbal física obliga a estos dos pétalos a girar como el sol.
Es el asiento del fuego serpentino o la
energía creadora a sea la expresión de la divinidad individual que se encuentra
aquí enroscada o en estado latente.
Abrir el primer sello es despertar a la
serpiente dormida. El color que refleja este centro
es rojo sucio en el libertino; rojo
amarillo en el iniciado; rojo y azul púrpura en el místico devoto.
Soy o no clarividente eso poco importa; lo
importante es saber que el hombre, por medio de sus aspiraciones y
pensamientos, colorea sus centros magnéticos y cuando los pensamientos son
puros, los colores de sus flores son nítidos y puros; más si sus pensamientos
son negativos e impuros sus centros tendrán colores sucios e informes.
Cierto es que la ley de causa y efecto
guía al ser humano a nacer influenciado por los efectos de los planetas; pero
esta influencia le acompaña, solamente, hasta que él llegue
a pensar por sí mismo y comienza a dominar
las estrellas. Desde entonces el hombre traza, por medio de sus pensamientos,
un sendero individual y los colores de afirman en sus centros según el sendero
trazado.
El centro fundamental influye sobre todo
el organismo de la fortaleza, vigoriza el ánimo, anima el entusiasmo; estimula
el sistema nervioso y otorga la resistencia, el esfuerzo y la constancia. Su
debilidad determina el abatimiento físico y moral. Los yoguis representan la
fuerza que mora en él por un elefante blanco. El desarrollo de este centro
proporciona el dominio sobre los elementos de la tierra.
32. El centro esplénico se halla más
arriba que el anterior en la región del bazo; lo yoguis
lo llaman morada propia. Tienen seis
rayos, tres activos y tres inertes; el ascenso de la energía creadora a él
activa la ondulación de los tres pétalos y otorga al iniciado el dominio sobre
los elementos del agua. Su fuerza está representada por un pez.
Su actividad manifiesta los seis colores
de espectro; da salud y el crecimiento, tiene relación con la glándula
pituitaria, ejerce influencia equilibradora en el sistema nervioso y en la
temperatura normal del organismo. Sus atributos son el consejo, la justicia y
la caridad, cualidades otorgadas por la energía creadora y que son necesarias para
poner en movimiento los tres pétalos inactivos. Regula el proceso vital y
elabora en la mente ideas sanas. El despertar de este centro produce
abundancia, salud y bienestar físico y moral. El cuerpo debe ser sano para que
sus órganos obedezcan a las aspiraciones que favorecen la evolución del alma y
del espíritu; el alma debe ser pura de pasiones que pugnan contra el
pensamiento del espíritu y el espíritu tampoco debe esclavizar, como amo, al
alma con leyes y a los deberes, porque el alma debe conformarse con agrado a
las leyes y a los deberes por inclinación natural. En fin no debe existir
necesidad de dominar las pasiones porque estas, por si mismas, se orientan
hacia el bien.
La expansión de este centro permite la
comunicación con seres que pertenezcan a mundos superiores y construye una
garantía contra el error y la inestabilidad, porque el hombre ha realizado la
armonia del cuerpo, del alma y del espíritu.
33. El tercer centro se llama el solar,
gema luminosa, se encuentra en la región lumbar,
tiene diez rayos: 5 activos y 5 inactivos.
Corresponde y otorga el dominio de los elementos del fuego; tiene el símbolo de
un cordero; preside a los instintos en general y las funciones digestivas.
Cuando la energía vital llega hasta él y
enciende este candelabro, como lo llama el Apocalipsis, despierta en el
iniciado la prudencia, enciende las facultades y el talento del hombre;
descubre los fenómenos de la naturaleza, influye en los intestinos, hígado y subconsciente.
Ilumina la mente y da la cordura. Su color es amarillo con verde en el normal y
moralmente. El desarrollo de los cinco rayos consiste en controlar y dominar las
impresiones de los cinco sentidos y así el iniciado puede penetrar en los hombres
y percibir sus cualidades. Este domino de la ilusión de las impresiones se
obtiene con la vida interior.
Después hay que evitar el rencor, la
envidia, el recelo, la vanidad y la ociosidad.
La concentración de esta flor del Loto
umbilical la despierta y entonces el hombre comienza a ver las formas del
pensamiento de los seres y podrá leer los pensamientos.
34. Ascendida la energía al cuarto centro
despierta la flor del corazón lugar del sonido sin pulsación, como lo llaman
los yoguis. Radica en el centro del pecho, es el asiento de la vida física
individual. Este centro tiene doce pétalos; seis activos y seis inertes.
Cuando la energía mueve estos últimos, el
iniciado impera en los elementos del aire.
Los yoguis representan la fuerza de este
centro en un antílope dentro del sello de Salomon. El fruto del árbol de la
vida se cosecha desde este centro, su color debe ser oro como el sol.
Físicamente estimula el proceso de la
nutrición, la vitalidad y la actividad mental por la
influencia en el cerebro; tonifica el
sistema glandular y activa la secreción interna.
Encendido este candelabro otorga la
sabiduría divina y el iniciado llega a percibir e indicar las cosas por sus
propias cualidades, entonces se vuelve modesto y humilde ante la grandeza de la
creación.
La formación de este centro o iglesia en
la región del corazón se efectúa por medio de los seis atributos mentales que
despiertan los seis rayos inactivos y son:
1. el control del pensamiento enfocándolo
a un solo punto, por ejemplo la concentración en el átomo del hijo en la
pituitaria o en el átomo Nous en el corazón.
2. La estabilidad.
3. La perseverancia.
4. La paciencia.
5. La fe y la confianza
6. El equilibrio mental ante el
sufrimiento y el placer, ante la dicha y la desgracia.
35. El quinto centro se halla en la región
de la garganta, preside la palabra o el verbo y su manifestación física. Tiene
16 radios, también ocho de ellos son inactivos. Se llama puerta de la
liberación; porque cuando el iniciado despierta este centro, la energía creadora
mueve los 16 pétalos y entonces domina los elementos del éter quienes abren la
puerta para la entrada al edén.
Esta representado por un elefante blanco
dentro de un circulo, emblema de la pureza. Su
color es una mezcla de argentino y azul
verdoso y su atributo es la clariaudiencia.
Influye sobre el liquido de la columna
vertebral, estimula combustión y obra en todo el
sistema simpático; por él se llega a
descubrir los misterios y las ciencias encerradas, desde un tiempo inmemorial,
en este sistema. Da el entendimiento, la esperanza y la generosidad. Los 16
pétalos o radios son, como en los anteriores centros, correspondientes a otras
tantas modalidades de la energía, la que al penetrar en él despierta las ocho
facultades latentes que son:
1. el odio para lo ilógico.
2. La resolución.
3. Al veracidad al hablar.
4. El obrar correctamente.
5. La armonia en el vivir.
6. El esfuerzo para la superación.
7. El provecho de la experiencia
8. El poder estudiar la naturaleza
interna, oyendo siempre la voz del silencio.
36. En el sexto centro que se encuentra en
medio de la cabeza y se manifiesta en el entrecejo, la energía despierta la
inteligencia, el discernimiento y su atributo es la clarividencia.
En el se encuentra el ojo interno de la
visión espiritual. Tiene dos divisiones compuestas cada una de 48 rayos. En una
mitad predomina el color rosado y en la otra sobresale al azul purpúreo; ambos
colores corresponden a la vitalidad de esa flor de Loto.
Este centro pertenece al mundo del
espíritu donde residen los superiores y permanentes
principios del hombre y por eso requiere
para su expresión mayores y seleccionadas modalidades de energía vital en él;
produce el respeto, la templanza, la abstinencia; en él reside el ser pensante,
despierta ideas de dignidad grandeza, veneración y sentimientos delicados. Su
despertar otorga la evolución espiritual y el dominio del espíritu sobre la
materia.
Produce la visión astral llamada
clarividencia positiva.
37. El séptimo centro es el Loto de mil
pétalos, está en el vértice de la cabeza. En él se manifiesta ampliamente la
divinidad del hombre-dios. Cuando el fuego serpentino, que
se encuentra en el centro básico, se une a
él, el iniciado llega a la liberación, objeto de la iniciación interna y será
uno con su íntimo.
Es el más refulgente de todos cuando, está
en plena actividad, vibra con inconcebible rapidez y ofrece colores de
indescriptibles efectos cromáticos, aunque en él predomina el violáceo.
Por sus 960 radiaciones, es el último que
se actualiza, pero cuando llega el iniciado a este adelanto espiritual, va
creciendo hasta cubrir la parte superior de la cabeza. Este es el significado
de la aureola que los pintores dibujan en torno de la cabeza de los santos.
Por este centro el hombre recibe la
energía divina desde el exterior, pero cuando llega a la perfección comienza a
emanarla desde el interior hacia fuera y el centro entonces se convierte en
verdadera corona.
San Juan habla de las coronas de los 24
ancianos, quienes las colocan delante del trono del señor. El significado del
pasaje apocalíptico es que todo hombre que ha llegado a hacer salir su energía
creadora por la cabeza, la echa a los pies de su dios intimo para que la emplee
en su obra.
38. Con la actividad del centro
fundamental, la energía vivifica con su formidable poder todos los demás y da
por resultado el transporte de las facultades internas y despertadas a la
conciencia física. Con el despertar del esplénico, el hombre recuerda sus
viajes mentales.
Con la actividad del umbilical, puede
separarse a voluntad de su cuerpo físico y sentir las influencias del mundo
astral.
Las vibraciones del cardiaco otorga al
hombre el sentir del dolor y del placer ajeno; desea sacrificarse por los demás
y recibe la sabiduría.
El despertar del laríngeo otorga el poder
de la clariaudiencia; puede el iniciado oír la voz del silencio, la música de
las esferas y podrá conversar con los espíritus superiores.
Cuando el coronario llega a su plena
actividad, el YO SOY puede salir de allí, dejando consciente su cuerpo porque
ya esta libertado de su prisión carnal, y puede restituirse a él sin
interrupción, y estará siempre consciente, sea en el sueño físico o sea en el definitivo
momento de la muerte. Este es el perfecto iniciado.
39. San Juan en si revelación, Capitulo
XI, Vers. 6, dice, después de que el cordero abre el séptimo sello: y juro por
el que vive en los siglos de los siglos, que creo el cielo y las cosas que hay
en él y la tierra y las cosas que hay en ella, y la mar y las cosas que hay en
ella; que no habrá ya más tiempo (esto es, para el iniciado que ha llegado a la
liberación y a la unión con dios)
En otra parte, capitulo XI, Vers. 15,
dice: y cuando el séptimo ángeSAl toco la trompeta y hubo en el cielo grandes
voces que decían: el reino de este mundo ha sido reducido a nuestro señor a su
Cristo y reinara en los siglos de los siglos. Amen La tarea del iniciado es
despertar o encender sus siete candelabros con la luz del espíritu divino para
llegar a la liberación o unión con dios intimo.
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