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miércoles, 11 de mayo de 2022

LA ZARZA DEL OREB CAPITULO VIII EL SEPTENARIO Y LA UNIDAD


1. El septenario es el numero más sagrado porque contiene la trinidad y el cuaternario, y porque representa el poder divino en toda su plenitud. En el septenario encontramos al YO SOY obrando y ayudando por todos los elementos.

Cuando el iniciado llega a desarrollar sus sietes centros magnéticos y obrar en los siete mundos, el Querube le entrega la espada flamigera para abrir la puerta del Edén, como hemos visto en la otra parte, y obtendrá el signo de la victoria mencionado en el Apocalipsis de San Juan


2. la edad del maestro en la masonería, es siete años a los que equivale el desarrollo de los siete centros magnéticos, llamadas siete iglesias, regidas por siete ángeles del señor.

Este numero sale del seis, por la unidad central de los dos triángulos entrelazados, conocido por el sello de Salomon o la estrella macrocósmica

3. en la cábala, el numero 7 es representado por el carro del triunfo, porque el iniciado que ocupa el centro de los elementos, esta armado de una espada en una mano y en la otra un cetro cuya punta concluye en un triángulo y en una bola, signos del poder y del dominio. El iniciado domina, por el siete, las dos fuerzas del alma del mundo, se afirma en su trinidad, reina sobre los cuatro elementos, se corona con el pentagrama, se equilibra por los dos triángulos, el numero seis y por ultimo el numero siete.

4. El numero siete entra en todas las circunstancias de la vida, rige el desarrollo del hombre y los acontecimientos del mundo, materias y espiritualmente:

1- La mujer tiene cada mes un periodo de 14 días (doble siete) en que puede ser fecundada, y otro, estéril.

2- Hasta después de 7 horas de nacido no se sabe si el nuevo ser es apto para vivir.

3- A los siete días de nacido se desprende el cordón umbilical.

4- A los 14 días (2 veces 7) los ojos de la criatura pueden seguir la luz.

5- A los 21 (3 veces 7) vuelve la cabeza impulsado por la curiosidad.

6- A los 7 meses le salen los primeros dientes.

7- A los 14 meses (dos veces 7) anda.

8- A los 21 (3 veces 7) expresa su pensamiento por medio de la voz y gesto.

9- A los 7 años le salen los segundos dientes.

10- A los 14 años se despierta en él la energía sexual.

11- A los 21 años llega a la pubertad y esta formado físicamente.

12- A los 28 años (4 veces 7) cesa el desarrollo físico y comienza el espiritual.

13- A los 35 años (5 veces 7) llega al máximo de fuerza y actividad.

14- A los 42 años (6 veces 7) se llega al máximo de la aspiración ambiciosa.

15- A los 49 años (7 veces 7) se llega al máximo de discreción y se comienza la decadencia física.

16- A los 56 (8 veces 7) se alcanza la plenitud del intelecto.

17- A los 63 (9 veces 7) prevalece la espiritualidad sobre la materia.

18- A los 70 (10 veces 7) se inicia la inversión mental y sexual y el hombre se vuelve, como se dice vulgarmente, niño.

Se puede añadir muchas concordancias más que explican la afinidad que parece existir en el numero, 7, como por ejemplo las enfermedades epidémicas que están regidas por este numero: Sarampión, viruela, varicela, etc., necesitan de 7 días o 14 para su curación; La fiebre tifoidea 21 días, etcétera, pero consideramos suficientes las indicadas.

5. El objeto de la iniciación interna es el desarrollo de los siete centros magnéticos llamados siete iglesias o siete ángeles. El iniciado, por medio de la aspiración, respiración y concentración puede producir el hueco en su columna vertebral para que la energía creadora vaya desellando los siete sellos a convertirse en la cuidad santa que descendió del cielo.

6. Los siete planetas fueron desprendidos del sol y se colocaron a distancias diversas según la rapidez de sus vibraciones. Cada uno de los siete planetas recibe la luz del sol en diferente medida con arreglo a su proximidad a la órbita central y a la continuación de su atmósfera, y los seres de ellos, en armonia con el estado de su desarrollo, tienen afinidad por uno u otro de los rayos solares. Los planetas llamados “siete espíritus ante el trono” absorben el color o colores, dan un sonido en congruencia con ellos y reflejan el resto sobre los otros planetas. Estos rayos reflejados llevan con ellos impulsos de la naturaleza del ser con los cuales ha estado en contacto.

7. Como es arriba es bajo, así pues, el YO SOY, Dios intimo e invisible, envuelve dentro de su ser todo lo que es, al igual que la luz blanca del sol envuelve todos los colores. Se manifiesta en forma de trinidad, como la luz blanca se refracta en los tres colores primarios: Azul, Amarillo y rojo. Padre, hijo y espíritu santo; vida, conciencia y forma sobre cada uno de los siete centros magnéticos del hombre que son “los siete ángeles ante el trono del intimo” estos también tienen color y sonido como los de arriba.

8. Así como cada planeta pude absorbe del sol, solamente una determinada cantidad de uno o más colores, en armonia con el estado magnético recibe de la evolución en él; así también cada centro magnético recibe y absorbe del sol espiritual, del intimo, cierta cantidad de los diferentes rayos proyectados que producen una iluminación espiritual, según el grado del desarrollo del mismo centro, que da al hombre la conciencia y el desarrollo moral, como los rayos de la luna dan crecimiento físico.

9. Cada centro magnético del hombre vibra en color y sonido como vibra un planeta en el firmamento; esta vibración da al ser humano la energía necesaria para que la evolución pudiera seguir su paso. Cada centro, igual a los planetas, absorbe cuantos colores y refracta otros para los demás; cada color indica un poder o una virtud. La debilidad de un color, en un centro, representa, el predominio de su contrario y por consiguiente, un vicio.

10. Desarrollar un centro es avivar su color propio para responder a la llamada del intimo.

Pero antes de entrar en detalles debemos explicar los valores de los siete colores primarios.

Rojo: indica un pensamiento potente, sentimientos apasionados y virilidad física. La debilidad de este color representa el color violeta.

Anaranjado: indica gozo, sentimientos alegres y salud robusta, la debilidad de este color indica el predominio del azul celeste.

Amarillo: indica lógica, intuición, anhelo de saber, sabiduría, sensibilidad; su debilidad indica el predominio del índigo.

Verde: indica optimismo, confianza y sistema nervioso, equilibrado; en la debilidad se manifiesta en naranja.

Indigo: indica pensamientos concentrados, tranquilidad; en la debilidad predomina el amarillo.

Violeta: indica misticismo, devoción, buena digestión y asimilación; en la debilidad predomina el rojo.

Esta claro que cuando un centro es débil de color tiene que predominar en él su contrario, el cual en sí es muy necesario, pero en otro lugar y no en el centro debilitado.

11. Todo, en la vida, tiene relación entre sí y no nos cansamos de repetir la frase hermética “como es arriba es abajo”. Antes de dedicarnos a estudiar como desarrollar los centros del cuerpo humano, o levantar los sellos, que es la iniciación apocalíptica, debemos estudiar la relación que se halla entre las iglesias, del hombre, sus siete ángeles con los planetas, colores, sonidos, virtudes, vicios, etc...

12.tomando por centro al sol, el astro que verdaderamente esta en él y según nuestra observación, desde la tierra tenemos.

7 planetas Luna Mercurio Venus Sol Marte Júpiter Saturno

7 días de la semana Lunes Miércoles Viernes Domingo Martes Jueves Sábado

7 ángeles superiores de los planetas Gabriel Rafael Hanél Michaél Samuel Zadkiel Zafkiel

7 espíritus de los planetas Phul Ophiel Haegt Och Phaleg Belor Aratrom

7 espíritus inferiores de los planetas Gabriel Rafael Anael Michael Samuel Tachel Cassiel

7 virtudes Esperanza Templanza Amor Fe Fortaleza Justicia Prudencia

7 metales Plata Mercurio Cobre Oro Hierro Estaño Plomo

7 vicios Avaricia Envidia Lujuria Vanidad Violencia Gula Egoísmo

7 colores Verde Amarillo Violeta Naranja Rojo Azul Índigo

7 notas musicales Fa Mi La Re Do Sol Si

7 iglesias del Apocalipsis Efeso Pérgamo Filadelfia Thyatira Smirna Sardis Loadicea

7 centros magnéticos, o estrellas o flores Fundamental Umbilical Frontal Cardiaco Espléndido Laríngeo Coronario

7 sacramentos Ambar Benjuí Almizcle Laurel Ajenjo Azafrán Mirra

7 vocales O A u E i U o

7consonates L K F C T P N

Así podemos seguir enumerando muchos septenarios, pero con esto basta.

13. Todos esto septenarios son emblemas de las virtudes y las cualidades espirituales del alma, tienen siete escalones que corresponden a los 7 planetas y a los 7 centros magnéticos del cuerpo humano, que indican el progreso desde la materia hasta el mundo divino.

14. La aspiración, la respiración y la concentración son condiciones del alma y de la conciencia; se manifiesta como ángeles que suben y bajan por la escalera de Jacob, de la casa de dios en la tierra a las puertas del cielo. Con la pureza de aspiración, el aspirante puede abrir el canal de la columna vertebral, convirtiéndose en iniciado y encontrando la escalera de siete gradas, o lo que quiere significar el símbolo de los metales inferiores, que deben ser trasmutados en oro espiritual puro. Los metales son: plomo, cobre, hierro, estaño, mercurio, plata, y oro y se trasforman por las siete virtudes que son: prudencia, templanza, fortaleza, justicia, fe, esperanza y caridad.

15. San Juan en su revelación dice: “Juan a las siete iglesias que están en Asia. Gracias sea con vosotros y paz de aquel que es, y que era, y ha de venir y de los siete espíritus que están delante de su trono. “Esto significa que desde el corazón, morada del Cristo, el Yo Soy envía sus emanaciones enérgicas y divinas a los siete centros de la columna vertebral, que deben obedecer a su voluntad y que por otra parte son la expresión de los siete planetas y de las inteligencias espirituales que los anima.

El cuerpo del hombre es el verdadero libro del cual hablan San Juan, Aunque no tenga hojas de papel ni líneas escritas con tinta. Dentro de este libro humano están escritas las cosas pasadas, presentes y futuras. El libro de siete sellos es el cuerpo humano y es el iniciado quien debe abrir los en la columna espinal.

16.la apertura sucesiva de los sellos se efectúa por medio de la energía creadora, la que al presionar desde el sacro para arriba, forma el hueco a canal en la columna vertebral de nuestro templo individual, que posee las puertas de lso mundos desde el físico hasta el divino.

Las cinco primeras puertas corresponden, respectivamente, con los cinco tatvas o vibraciones en su expresión individual orgánica. Con el dominio interior de estos centros, el iniciado adquiere un poder exterior sobre los elementos y llega a manejar, a voluntad, todos lo poderes. Los dos superiores están relacionados con los mundos espiritual y divino.

17. Cuando comienza a presionar la energía creadora, en el hombre, irradia varios rayos que descarga en su organismo; cada uno de estos rayos es un atributo del YO SOY.

Cuando presiona sobre le primer sello o centro, a lo primero que afecta es al sistema simpático que nos da la determinación de realizar lo que pensamos en el mundo objetivo. En nuestra conciencia intima tenemos dos fuerzas que elevan o destruyen el pensamiento. El Yo SOY no envía las corrientes de energía en forma de color, sonido y luz, mientras que el dominio interno trata de llenar esas corrientes de confusión, inarmonía y humo. El iniciado muchas veces se llena de energía excepcionales y no se da cuenta de la fuente de sus inspiraciones, esta energía inspiradora se la debe al primer Rayo del intimo que forma el alma de la naturaleza.

De esta manera el iniciado acumula, con la castidad, la energía en el centro fundamental que destapa su sello y logra por tal motivo el poder de la voluntad del alma del mundo, entonces puede ver las cosas antes de su manifestación en el mundo físico.

El vapor que se levanta del semen es el que destapa los sellos apocalípticos y da al hombre el poder de la realización; pero si este vapor está dirigido hacia la tierra encadenara al hombre a la naturaleza infernal o inferior.

18. Esta energía ascendente infunde en el hombre los ideales del alma del mundo y abre en él los canales de la divinidad, limpiando de su mundo interno los átomos creadores de la ilusión que moran en los sentidos, y así solamente podrá conocer a su YO SOY.

La iniciación interna dota al verdadero iniciado, cuando abre el primer sello, de un cerebro poderoso y sensible para captar las enseñanzas escritas en el sistema simpático; entonces ya puede reconstruir su pasado y recibir la actividad del YO SOY para salvar a sus átomos y de los demás.

Esta energía otorga salud y bienestar porque limpia el cuerpo de los residuos de la naturaleza muerta que tratan de penetrar en el canal del semen y evaporar el contenido, hacia el exterior, en nubes de depresión y de malestar.

19. Cuando llega el hombre ha santificar y venerar a los átomos sexuales construye el trono del intimo en su sistema nervioso de la medula espinal, y llega a sentir una veneración a toda posee en abundancia a dichos átomos, quienes convierten al hombre en santo. El joven que gasta locamente su energía podrá algún día ser padre, pero nunca será respetado ni por sus hijos ni por su mujer. El casto que comprenda estos misterios absorbe la conciencia del alma del mundo y se vuelve sencillo, poderoso y amado de todo ser.

20. Cuando asciende esta energía por los centros del hombre, estos se convierten en libros abiertos; en unos esta escrito el pasado, en otros el presente y en otros el futuro; en aquellos el saber y en estos el poder, porque cada centro posee puertas y de cada una recibimos un atributo del YO SOY, entonces estaremos llenos de vida y de vigor y seremos las antorchas de la divinidad que iluminan a los hombres. Cuando llega el hombre a estas etapas podrá pensar por si y no seguirá mas pensamientos y costumbres de los demás. Cuando una energía creadora asciende por el canal espinal a nuestro centros, estos quedaran bajo nuestro dominio.

21. En el semen se encuentra los ángeles de la luz y los de las tinieblas al mismo tiempo.

La energía creadora luminosa posee la alta sabiduría divina, mientras que la tenebrosa tiene la sabiduría más nociva que creo la mente humana. El objeto de la iniciación es rasgar las tinieblas internas por la aspiración a la luz, la respiración solar y la concentración poderosa.

Cuando esta energía invade la sangre forma una aura pura alrededor del cuerpo, que ledefiende de toda invasión externa entonces la entidad angelical que reside en el semen forma el canal o hueco para que la energía invada cada centro y ponga en libertad sus poderes latentes. Y cuando pasa de un centro a otro, nos une en el séptimo, con la conciencia del intimo y seremos los grandes iniciados.

22. Ya se ha dicho que el demonio o bestia interna, trata de atraer la mente hacia lo inferior, por esto hay que vencer la oposición de la bestia y poner una barrara entre le pensamiento y sus átomos pegajosos y malignos, solo entonces podemos dedicar la concentración hacia la energía seminal y hacerla subir hasta la conciencia del YO SOY.

En el centro fundamental se encuentra el ángel de la estrella que atrae los pensamientos de pureza y los registra allí; después trata de abrir el canal del demonio que esta en su interior.

23. Las glándulas sexuales tienen secreciones que son tónicos por excelencia del sistema nervioso y muscular, favorecen el vigor físico, dan la energía al carácter y penetración a la inteligencia. El valor y la tenacidad, el atrevimiento y el espíritu iniciatico no puede subsistir si no los mueve el vapor enérgico del semen. Este vaporo del semen aviva la imaginación, tonifica el sistema nervioso, estimula las funciones mentales y da al hombre el triunfo sobre los átomos enemigos en la vida material y espiritual. Sin él, se vuelve el hombre tímido, apocado, indeciso, y se  abandona ante cualquier contingencia.

Con el desarrollo de este centro se desarrolla el vigor, la intrepidez y la constancia.

Puede limpiarnos de todas las enfermedades del cerebro porque el fuego serpentino que penetra todos los elementos, quema todas las escorias y mantiene la sangre pura y limpia.

24. Con el desarrollo de los siete centros internos el iniciado puede adquirir toda la sabiduría porque ya la había logrado anteriormente y ya no hay necesidad de encarnarse; por eso dijo San Juan es su revelación: “a quien venciere lo haré columna en el templo de mi dios y no saldrá jamas afuera”

Para obtener esto tenemos que elevar esta llama que esta dentro de nosotros; hay que encender los varios soles y cuando todos brillan en nuestro cuerpo y podemos sentir al sol invisible que nos libra de la ilusión del mundo.

25. por medio de la pureza, del ayuno y de la aspiración, la energía asciende a las narices y provee al hombre, por la respiración de un alimento diferente del que nutre; por eso muchos santos y el mismo Cristo pudieron ayunar 40 días, porque esta energía abre los conductos nasales para que absorban una nueva nutrición.

26. Así como el sol en su sistema manifiesta su energía, que es al mismo tiempo luz, calor y magnetismo, así también el intimo manifiesta su energía creadora en nosotros, en fuego, luz y magnetismo por medio del semen en el sistema nervioso central.

Los átomos seminales encierran todas las sabidurías del mundo y nos acompañan desde los primeros días de la creación. En ellos se encuentran toda la historia y son ellos lo que inician al hombre en su mundo interno.

Puede el hombre ser iniciado físicamente varias veces, pero si no queda aprobado por la inteligencia solar interna y si no adquiere la gran conciencia para siempre, sus iniciaciones serán inútiles.

27. Mientras el YO SOY no puede manifestarse, por medio de la energía sexual, dentro de su sistema central compuesto de los centros, nunca podemos llegar a la suprema verdad.

Con la practica del método yoguístico y del sermón de la montaña nuestros centros abren sus puertas o sus sellos a dicha energía, en todos los planos, y reaccionan conforme aumenta su voltaje, entonces podremos dominar la naturaleza con sus elementos.

Cada iniciado, en este estado, debe ser el receptor potente de esta energía y sobre todo debe darse cuenta del poder terrible de sus pensamientos; porque esta practica general es, en si misma, un poder del que antes no tenía la menor noticia; sus mundos internos comienzan a manifestarse a través del cuerpo físico y el poder del intimo se convierte en una bendición sobre la humanidad.

28. Estos centros, o flores, o sellos deben girar en el hombre. Cuando más progresa el alma en su evolución con más movimiento giran. En ellos se  manifiesta el alma porque son los órganos de sus sentidos y su rotación indica que perciben la s cosas suprasensibles.

Cada centro tiene un numero de pétalos o rayos, seis el esplénico, diez el umbilical, doce el cardiaco, dieciséis el laríngeo, noventa y seis el frontal, y novecientos sesenta ondulaciones el coronario. Pero en cada uno de los centros magnéticos trabajan u ondulan, solamente la mitad de los rayos que fueron obsequiados, desde un pasado lejano, como un presente de la naturaleza y sin la intervención directa del hombre.

El hombre por medio de la iniciación interna, debe y puede hacer girar la otra mitad inerte y de esta manera concluirá el centro todo en hacerse luminoso como un sol.

29. Existen miles de ejercicios en los libros de ocultismo, que tienen el objeto de despertar estos centros y que pueden ser útiles para tales fines; pero también existe el peligro que convierta la hombre en la bestia de san Juan, con sus siete cabezas, cuando el aspirante no ha elevado su moral y su espiritualidad a niveles muy superiores.

Pero existe un método seguro y exento de todo peligro que consiste en la aspiración desinteresada a la perfección, en la respiración y en la meditación perfectas.

30. Por medio de las tres practicas anteriores, sacadas del método yoguístico y el sermón de Cristo, la energía creadora abre el canal de la dorsal y eleva al hombre hasta la liberación y la unión con el intimo, entonces su cuerpo se convierte en la ciudad santa que bajo del cielo.

Suponiendo que el aspirante ha practicado todos los preceptos y consejos anteriores, entonces puede proceder y trabajar, sin peligro alguno, en abrir sus sellos. Siempre debe tener en cuenta esta frase de la revelación de san Juan: “solo el cordero es digno de tomar el libro y abrir sus sellos”

31.Comenzando por el centro fundamental o básico que es el sostén raíz en la parte más baja de la espina dorsal y es el centro de la gravedad del organismo. Esta flor tiene cuatro pétalos o rayos: dos solamente vibran en   el hombre profano y los otros dos esperan la iniciación interna de la abstinencia y la castidad mental, verbal física obliga a estos dos pétalos a girar como el sol.

Es el asiento del fuego serpentino o la energía creadora a sea la expresión de la divinidad individual que se encuentra aquí enroscada o en estado latente.

Abrir el primer sello es despertar a la serpiente dormida. El color que refleja este centro

es rojo sucio en el libertino; rojo amarillo en el iniciado; rojo y azul púrpura en el místico devoto.

Soy o no clarividente eso poco importa; lo importante es saber que el hombre, por medio de sus aspiraciones y pensamientos, colorea sus centros magnéticos y cuando los pensamientos son puros, los colores de sus flores son nítidos y puros; más si sus pensamientos son negativos e impuros sus centros tendrán colores sucios e informes.

Cierto es que la ley de causa y efecto guía al ser humano a nacer influenciado por los efectos de los planetas; pero esta influencia le acompaña, solamente, hasta que él llegue

a pensar por sí mismo y comienza a dominar las estrellas. Desde entonces el hombre traza, por medio de sus pensamientos, un sendero individual y los colores de afirman en sus centros según el sendero trazado.

El centro fundamental influye sobre todo el organismo de la fortaleza, vigoriza el ánimo, anima el entusiasmo; estimula el sistema nervioso y otorga la resistencia, el esfuerzo y la constancia. Su debilidad determina el abatimiento físico y moral. Los yoguis representan la fuerza que mora en él por un elefante blanco. El desarrollo de este centro proporciona el dominio sobre los elementos de la tierra.

32. El centro esplénico se halla más arriba que el anterior en la región del bazo; lo yoguis

lo llaman morada propia. Tienen seis rayos, tres activos y tres inertes; el ascenso de la energía creadora a él activa la ondulación de los tres pétalos y otorga al iniciado el dominio sobre los elementos del agua. Su fuerza está representada por un pez.

Su actividad manifiesta los seis colores de espectro; da salud y el crecimiento, tiene relación con la glándula pituitaria, ejerce influencia equilibradora en el sistema nervioso y en la temperatura normal del organismo. Sus atributos son el consejo, la justicia y la caridad, cualidades otorgadas por la energía creadora y que son necesarias para poner en movimiento los tres pétalos inactivos. Regula el proceso vital y elabora en la mente ideas sanas. El despertar de este centro produce abundancia, salud y bienestar físico y moral. El cuerpo debe ser sano para que sus órganos obedezcan a las aspiraciones que favorecen la evolución del alma y del espíritu; el alma debe ser pura de pasiones que pugnan contra el pensamiento del espíritu y el espíritu tampoco debe esclavizar, como amo, al alma con leyes y a los deberes, porque el alma debe conformarse con agrado a las leyes y a los deberes por inclinación natural. En fin no debe existir necesidad de dominar las pasiones porque estas, por si mismas, se orientan hacia el bien.

La expansión de este centro permite la comunicación con seres que pertenezcan a mundos superiores y construye una garantía contra el error y la inestabilidad, porque el hombre ha realizado la armonia del cuerpo, del alma y del espíritu.

33. El tercer centro se llama el solar, gema luminosa, se encuentra en la región lumbar,

tiene diez rayos: 5 activos y 5 inactivos. Corresponde y otorga el dominio de los elementos del fuego; tiene el símbolo de un cordero; preside a los instintos en general y las funciones digestivas.

Cuando la energía vital llega hasta él y enciende este candelabro, como lo llama el Apocalipsis, despierta en el iniciado la prudencia, enciende las facultades y el talento del hombre; descubre los fenómenos de la naturaleza, influye en los intestinos, hígado y subconsciente. Ilumina la mente y da la cordura. Su color es amarillo con verde en el normal y moralmente. El desarrollo de los cinco rayos consiste en controlar y dominar las impresiones de los cinco sentidos y así el iniciado puede penetrar en los hombres y percibir sus cualidades. Este domino de la ilusión de las impresiones se obtiene con la vida interior.

Después hay que evitar el rencor, la envidia, el recelo, la vanidad y la ociosidad.

La concentración de esta flor del Loto umbilical la despierta y entonces el hombre comienza a ver las formas del pensamiento de los seres y podrá leer los pensamientos.

34. Ascendida la energía al cuarto centro despierta la flor del corazón lugar del sonido sin pulsación, como lo llaman los yoguis. Radica en el centro del pecho, es el asiento de la vida física individual. Este centro tiene doce pétalos; seis activos y seis inertes.

Cuando la energía mueve estos últimos, el iniciado impera en los elementos del aire.

Los yoguis representan la fuerza de este centro en un antílope dentro del sello de Salomon. El fruto del árbol de la vida se cosecha desde este centro, su color debe ser oro como el sol.

Físicamente estimula el proceso de la nutrición, la vitalidad y la actividad mental por la

influencia en el cerebro; tonifica el sistema glandular y activa la secreción interna.

Encendido este candelabro otorga la sabiduría divina y el iniciado llega a percibir e indicar las cosas por sus propias cualidades, entonces se vuelve modesto y humilde ante la grandeza de la creación.

La formación de este centro o iglesia en la región del corazón se efectúa por medio de los seis atributos mentales que despiertan los seis rayos inactivos y son:

1. el control del pensamiento enfocándolo a un solo punto, por ejemplo la concentración en el átomo del hijo en la pituitaria o en el átomo Nous en el corazón.

2. La estabilidad.

3. La perseverancia.

4. La paciencia.

5. La fe y la confianza

6. El equilibrio mental ante el sufrimiento y el placer, ante la dicha y la desgracia.

35. El quinto centro se halla en la región de la garganta, preside la palabra o el verbo y su manifestación física. Tiene 16 radios, también ocho de ellos son inactivos. Se llama puerta de la liberación; porque cuando el iniciado despierta este centro, la energía creadora mueve los 16 pétalos y entonces domina los elementos del éter quienes abren la puerta para la entrada al edén.

Esta representado por un elefante blanco dentro de un circulo, emblema de la pureza. Su

color es una mezcla de argentino y azul verdoso y su atributo es la clariaudiencia.

Influye sobre el liquido de la columna vertebral, estimula combustión y obra en todo el

sistema simpático; por él se llega a descubrir los misterios y las ciencias encerradas, desde un tiempo inmemorial, en este sistema. Da el entendimiento, la esperanza y la generosidad. Los 16 pétalos o radios son, como en los anteriores centros, correspondientes a otras tantas modalidades de la energía, la que al penetrar en él despierta las ocho facultades latentes que son:

1. el odio para lo ilógico.

2. La resolución.

3. Al veracidad al hablar.

4. El obrar correctamente.

5. La armonia en el vivir.

6. El esfuerzo para la superación.

7. El provecho de la experiencia

8. El poder estudiar la naturaleza interna, oyendo siempre la voz del silencio.

36. En el sexto centro que se encuentra en medio de la cabeza y se manifiesta en el entrecejo, la energía despierta la inteligencia, el discernimiento y su atributo es la clarividencia.

En el se encuentra el ojo interno de la visión espiritual. Tiene dos divisiones compuestas cada una de 48 rayos. En una mitad predomina el color rosado y en la otra sobresale al azul purpúreo; ambos colores corresponden a la vitalidad de esa flor de Loto.

Este centro pertenece al mundo del espíritu donde residen los superiores y permanentes

principios del hombre y por eso requiere para su expresión mayores y seleccionadas modalidades de energía vital en él; produce el respeto, la templanza, la abstinencia; en él reside el ser pensante, despierta ideas de dignidad grandeza, veneración y sentimientos delicados. Su despertar otorga la evolución espiritual y el dominio del espíritu sobre la materia.

Produce la visión astral llamada clarividencia positiva.

37. El séptimo centro es el Loto de mil pétalos, está en el vértice de la cabeza. En él se manifiesta ampliamente la divinidad del hombre-dios. Cuando el fuego serpentino, que

se encuentra en el centro básico, se une a él, el iniciado llega a la liberación, objeto de la iniciación interna y será uno con su íntimo.

Es el más refulgente de todos cuando, está en plena actividad, vibra con inconcebible rapidez y ofrece colores de indescriptibles efectos cromáticos, aunque en él predomina el violáceo.

Por sus 960 radiaciones, es el último que se actualiza, pero cuando llega el iniciado a este adelanto espiritual, va creciendo hasta cubrir la parte superior de la cabeza. Este es el significado de la aureola que los pintores dibujan en torno de la cabeza de los santos.

Por este centro el hombre recibe la energía divina desde el exterior, pero cuando llega a la perfección comienza a emanarla desde el interior hacia fuera y el centro entonces se convierte en verdadera corona.

San Juan habla de las coronas de los 24 ancianos, quienes las colocan delante del trono del señor. El significado del pasaje apocalíptico es que todo hombre que ha llegado a hacer salir su energía creadora por la cabeza, la echa a los pies de su dios intimo para que la emplee en su obra.

38. Con la actividad del centro fundamental, la energía vivifica con su formidable poder todos los demás y da por resultado el transporte de las facultades internas y despertadas a la conciencia física. Con el despertar del esplénico, el hombre recuerda sus viajes mentales.

Con la actividad del umbilical, puede separarse a voluntad de su cuerpo físico y sentir las influencias del mundo astral.

Las vibraciones del cardiaco otorga al hombre el sentir del dolor y del placer ajeno; desea sacrificarse por los demás y recibe la sabiduría.

El despertar del laríngeo otorga el poder de la clariaudiencia; puede el iniciado oír la voz del silencio, la música de las esferas y podrá conversar con los espíritus superiores.

Cuando el coronario llega a su plena actividad, el YO SOY puede salir de allí, dejando consciente su cuerpo porque ya esta libertado de su prisión carnal, y puede restituirse a él sin interrupción, y estará siempre consciente, sea en el sueño físico o sea en el definitivo momento de la muerte. Este es el perfecto iniciado.

39. San Juan en si revelación, Capitulo XI, Vers. 6, dice, después de que el cordero abre el séptimo sello: y juro por el que vive en los siglos de los siglos, que creo el cielo y las cosas que hay en él y la tierra y las cosas que hay en ella, y la mar y las cosas que hay en ella; que no habrá ya más tiempo (esto es, para el iniciado que ha llegado a la liberación y a la unión con dios)

En otra parte, capitulo XI, Vers. 15, dice: y cuando el séptimo ángeSAl toco la trompeta y hubo en el cielo grandes voces que decían: el reino de este mundo ha sido reducido a nuestro señor a su Cristo y reinara en los siglos de los siglos. Amen La tarea del iniciado es despertar o encender sus siete candelabros con la luz del espíritu divino para llegar a la liberación o unión con dios intimo.

 JORGE ADOUM

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